Es un nuevo día. Darío baja a la sala. Va a hablar con Germán. Los dos deben enterrar el hacha de guerra. Ha tomado una decisión con la que él se sentirá mejor y está seguro que Germán volverá a creer en él. Y es que aunque no hace más que repetirse que no tiene que pensar en él , que él tiene una familia de que ocuparse, le importa mucho limpiar la imagen que Germán tiene de él. Lo que no se esperaba es que Germán estuviera con una maleta despidiéndose de su hermano.
--no me metas en un compromiso papá debe estar apunto de llegar ¿porque te han entrado las prisas de repente? ¿que va a decir papá cuando lo sepa?
--dile que ya lo llamaré.
Los hermanos se abrazan mientras que Emilio trata de convencerlo para que no se vaya.
--me tengo que ir-- le dice él .
Darío está en las escaleras. Lo mira con ganas de decirle que se quede pero no se atreve a bajar. Está triste ya que está seguro que el hombre se va por él. Darío se siente fatal por estar haciendo sufrir tanto a su esposo como a Germán . El hijo de Alfredo levanta la vista y se encuentra con la mirada de su amado. Darío se lo queda mirando con ganas de hacer algo para retenerlo pero no lo hace. Germán deja la casa y los amantes sientes una gran angustia. Darío quiere averiguar todo lo que pueda sobre la marcha de ese hombre. Baja y como no quiere la cosa le pregunta al hermano:
--¿dónde fue tu hermano ?¿dejó la casa?
A Emilio se le ilumina la cara al ver al otro guapo de sus sueños. Y él que estaba triste y preocupado por su hermano se le olvida todo en un instante. Suspira al tener al guapísimo hombre delante. Darío repite la pregunta:
--¿se fue tu hermano de la casa? No debiste dejarlo, si no está tu padre tú eres el responsable.
--bueno, en realidad es que no supe qué hacer
--¿se fue a su estudio?
--¿como sabes que mi hermano tiene un estudio?
Darío se queda cortado, se da cuenta que casi se ha descubierto pero procura actuar con normalidad.
--lo debí oír... --dice nervioso.
Para el nervioso Emilio es un sueño estar frente a otro de los buenorros que tanto le gusta. En seguida se le olvida su pregunta y Darío insiste en el paradero de Germán .
--Se fue a casa prima de mi padre.
--¿pero está en la ciudad? ¿hablará con tu padre para decirle que se fue de casa?
Aunque trata que no se le note, Darío está muy angustiado. Le aterra la idea de que el hombre se haya ido para siempre.
--Se fue al interior, pero bueno tampoco es que se fuera de casa. Se fue a pasar todo este mes de vacaciones.
Saber que va a volver tranquiliza a Darío .
Emilio sigue hablando seducido por la presencia de ese hombre:
--la verdad es que no sé como se lo voy a decir a mi padre, pero bueno Germán ya es mayor y yo no soy su niñera.
--pero tu padre sabría que se iba de vacaciones ¿no?
--que va... si Germán no soporta el pueblo. No sé qué habrá dado parece que huyera pero debe agobiar tanto trabajar y nada más.
Darío tiene ganas de preguntarle más cosas pero no se atreve. Se ha quedado triste por la marcha de Germán .
--huía de mí--se dice a sí mismo-sufre por mi. He hecho tanto daño pero ya no puedo arreglarlo y ahora el que más me preocupa es Javier ... a él es a quien más he lastimado .
A media tarde, Emilio entra en su habitación alterado. Pablo está sobre la cama mirando la tele.
--se ha enfadado mucho tu padre por lo de Germán ¿no?
--sí, él es su niño consentido pero bueno creo que lo llamará por teléfono y punto. Tampoco es mi problema..
--claro que no. Por cierto, he visto que tienes canal por cable.
--así es, puedes ver lo que quieras.
--¿tienes el canal porno?
Los dos se miran con cara de degenerado mientras Emilio pone ese canal.
--Así estaré más excitado para esta noche es que tengo un plan muy importante.
Para llevar al chico a su terreno, Pablo se acaba de sacar la poca ropa que lleva y cuando más excitado está el hermano de Germán le pregunta:
--¿no le puedes pedir a tu padre que te compre una buena moto? Nos iría bien.
--pero es que yo no sabría conducirla.
--pero yo sí. Te llevaría donde quisieras.
Pablo habla seductor. Emilio está tan encantado que le promete todo lo que él quiera.
Cuando todos duermen, Pablo y Javier están en el cobertizo. Mientras se desnudan él dice:
--Darío me quiere dejar.
--pues que se vaya.
--¿y como vas a hacer para quedarte?
--yo sé de alguien que no me va a dejar ir.
--no te podrá ayudar pero sí nos puede ayudar a hacer creer a Darío que me voy a morir. Necesito retener a Darío y así gano tiempo.
Emilio , desde su escondite, lo oye todo. Mientras Pablo y Javier retozan de placer y disfrutan de sus cuerpos, Emilio los observa desde su escondite. Además no deja de pensar en lo que oyó que decían. El hermano de Germán no sabe qué hacer pero prefiere no decir nada y disfrutar en secreto de un espectáculo que le fascina.
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